Hoy nos despedimos de a poco de Patagonia. No es tan simple
porque es grande y extensa. Salimos temprano de San Martin de los Andes
prometiendo volver, como siempre lo hacemos. Ya en ruta, pudimos ver apenas el
Lanin a lo lejos con mucha nieve, casi escondido entre las nubes espesas que lo
cubrieron pronto.
La salida de la ruta 235 hasta alcanzar la 40 es camino de
subidas y bajadas, rodeados de cerros apenas cubiertos de matas de plantas
bajas y rocas al aire. Ya dejábamos atrás los bosques andinos para encontrarnos
nuevamente con la aridez de la región al oeste. La idea era hacer camino hasta
Zapala y cargar combustible para continuar por la 40 hacia arriba, en lugar de
tomar el camino a Neuquen que nos devolvería a Buenos Aires. Pero al llegar la
cola para cargar era considerable, asi que continuamos viaje hasta Las Lajas, a
unos 120 kms. El combustible todavía nos lo permitia.
Un rato mas tarde
encontramos la estación de servicio para reaprovisionarnos y continuamos hacia
Chos Malal. El camino en este tramo se convierte en un territorio arido, las
sierras apenas tienen algún arbusto bajo y el terreno parece solo de tierra y
rocas. El indicador de temperatura de la camioneta nos marcaba 21 grados y el
sol nos pegaba de frente. Nos hacíamos a la idea de que cruzar esta parte en
verano debería ser muy arduo.
La idea original era parar en Chos Malal para continuar
hacia Malargue / San Rafael. Pero como la distancia que nos separaba de
Malargue no eran de aprox trescientos sesenta kilómetros y estábamos cerca de
la una de la tarde, decidimos cargar combustible y seguir viaje. Pero como tdo
viaje, el imprevisto siempre nos ofrece algo mas. Nos encontramos con un apagon
eléctrico en la zona hasta las siete de la noche y no podían abastecernos de
combustible. Según lo que nos dijeron los del pueblo, la próxima estación de
servicio se encuentra en Barrancas, en el limite con Mendoza pero tampoco tendrían
suministro eléctrico, por lo que deberíamos continuar hasta Malargue. Sacamos
las cuentas de lo que teniamos de autonomía con lo que habia en el tanque y parecía
que llegábamos pero medio justo, por lo que decidimos seguir pero a velocidad
controlada para no quemar gasoil de mas.
A partir de ahora nos tomamos el viaje de turista y
empezamos a disfrutar del entorno. En algunos sectores los cerros eran muy
similares al de siete colores, la profusión de diferentes rocas en capas dejaban
a la vista líneas y sectores de diferentes tonos. En algunos tramos parecían peinados
prolijamente, mostrando líneas claramente marcadas en curvas que surcaban las
lomadas.
De la erosion constante en los años, surgían formas que parecían
hechas a mano. Este es el caso del Cerro de la Teta cuyo nombre, aparte de ser
obvio, no es un invento propio. Juro que se llama asi, lo busque en el mapa!
Finalmente llegamos a mitad de destino, el pueblo de
Barrancas, en la frontera con Mendoza. Entramos a la estación de servicio con
poca fe, los surtidores que veíamos eran de los antiguos con números que pasan
con un sistema mecanico. Pero grande fue nuestra alegría cuando nos ofrecían sin
problemas los distintos tipos de diesel. Al comentarle que en Chos Malal nos
advirtieron que aquí tampoco podrían ayudarnos, muy orgulloso el hombre nos
dijo que tenían un grupo electrógeno que abastecia el pueblo y cuando los demás
estaban sin energía, ellos podían abastecerse independientemente.
Seguimos viaje despidiéndonos de Patagonia al cruzar el rio
y entrar en la región de Cuyo por la provincia de Mendoza. El cambio de paisaje
se noto enseguida, aun en pocos kilómetros. Ingresamos en la zona de volcanes,
la mayoría con nieve en sus cumbres y valles algo mas verdes en su base.
Despues de andar los cambios continuaron, tornándose mas seco, con cañadones y
piedras negras volcánicas que de cerca se notaban porosas.
Ya el asfalto
cambiaba por momentos a ripio y luego nuevamente a asfalto, a veces en una
carpeta prolija y otras casi destrozado debajo del ripio.
Llegamos por fin a Malargue donde tenemos programadas un par
de cosas para hacer. Un poco de descanso de un largo dia de viaje y a seguir
disfrutando del ultimo tramo de este tour patagónico que llego hasta Cuyo.
1 comentario:
Que bueno que la Nissan tiene tanque grande, gordo diría el amigo de Charly, el Tano Fassini.
Publicar un comentario