Hoy dejamos Esquel a la mañana sin dejar de pasar por la
Hoya. Algo de nieve aun conservaba y el paisaje desde alla arriba es muy lindo.
Rato mas tarde retomamos nuestro camino en ruta con la finalidad de llegar
directamente a dormir en San Martin de los Andes. La mañana ya se despertaba
con buena temperatura y el solcito nos acompañaba desde temprano.
Despues de un par de horas en la zona seca y casi desertica
con vegetación de bajo tamaño, entramos en el cordon montañoso que comienza en
la zona de Epuyen y termina aproximadamente en San Martin de los Andes. Una
zona donde la vegetación se distingue por bosques tupidos rodeando zonas de
lagos ral borde de montañas que se introducen a pique en el agua. En estos
tramos se torna mas entretenido aunque mas trabajoso para el conductor, ya que
el camino serpentea hacia arriba y abajo en forma constante.
Al llegar a El Bolson paramos para pasear un rato al sol por
la feria artesanal, cargar combustible y seguir camino. La temperatura de unos
veinte grados ayuda a que mi pelada se recaliente un poco. Esta templado el solcito calienta bastante. Mientras
viboreamos por el camino, Charly sugiere que podemos ingresar por el camino al
Tronador, unos kilómetros antes de Bariloche, lo que por supuesto acepto ya que
el dia promete para hacer buenas tomas.
Al rato de dar vueltas y vueltas por el
camino del Bolson a Bariloche, encontramos la entrada al Parque Nacional y
entramos. Ya habia empezado a llover un poco pero al ingresar al camino la
temperatura comenzó a bajar. En el angosto camino de tierra y ripio sobre el
lago Mascardi en medio del bosque lo que habia comenzado con una llovizna se convirtió
en una lluvia tupida y franca y la temperatura habia bajado francamente. Al
llegar al mirador del lago habia aminorado la lluvia, lo que me permitio hace
algunas fotos con el fondo de nubes mientras Charly esperaba pacientemente.
El camino al Tronador es angosto en partes y siempre rodeado
de bosques. En esta ocasión surcado por hilos de agua cayendo por las paredes
provenientes del deshielo en la parte superior. Nos imaginábamos un buen espectáculo
al final del camino, pensando en los saltos de agua que el cerro derrama- En
medio de la lluvia que no cesaba llegamos a la base del Tronador en busca del
camino de agua que nos lleve a las cascadas pero grande fue nuestra desilusion
al estar totalmente clausurado el camino que se hace de a pie. Tratamos de
acercarnos al rio que provocan estas caídas de agua pero no encontramos ni una
sola gota aunque podíamos ver alla arriba el agua cayendo. Por lo que pudimos
notar, pareciera que la acumulación de nieve habría producido derrumbes de hielo
y tierra que obstaculizan el paso del agua derivándola por otros cauces. La acumulación
de nieve en la parte superior tambien nos daba la sensación que no seria seguro
dejar el camino libre.
Volvimos sobre el camino y fuimos a buscar los hielos negros
del ventisquero. Pero cuando llegamos nos sorprendimos al ver el glaciar
cubierto de tierra aparentemente por un gran desprendimiento y pocos trozos del
hielo típicamente negro de este lugar. Dimos unas cuantas vueltas y volvimos al
camino. Rato mas tarde dejamos el parque nacional y entramos en la ruta 40.
Pasamos por Bariloche, dejamos La Angostura y emprendimos
camino por Siete Lagos. Primero que nada nos sorprendimos porque creíamos volver
al ripio característico de esta parte pero el pavimento continua hasta casi el
Lago Espejo, siendo de un ancho considerable y muy comodo para el manejo. Ya el
sol estaba casi oculto totalmente, nunca habia recorrido este lugar a esta
hora, un valor agregado a la experiencia de este viaje. Llegaba ya el atardecer
profundo y encontramos el tramo de ripio que aunque mejor tratado y mas ancho
que el que conocíamos, no dejaba que el manejo fuera lo suficientemente comodo.
Pasando por todos los lagos de la zona, finalmente llegamos al Lacar que nos
anunciaba que estábamos cerca de destino.
Por la hora en que llegamos la ciudad nos regalo una visión que
no habíamos tenido hasta el momento; las luces de la ciudad reflejándose en el
agua hoy mansa de Lacar, lo que nunca habia visto-
Luego de arribar a nuestro Hostal del Lago, el lugar ya
conocido por nosotros en algún otro viaje, dejamos las cosas y nos fuimos a
celebrar la tradición de comer a Pepperoni, antesala de nuestro descanso y
disfrute de estos días venideros en esta hermosa ciudad.
1 comentario:
¿Qué paso con el Bolsón? creí que se iban a quedar por ahí un poco más, justo que les había pasado data del hostel. Bueno, será otra vez.
Largo recorrido para un día. Disfruten del fresquito sureño que acá está insoportable.
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